Brillemos


Las personas olvidamos nuestro propio brillo porque, normalmente, estamos demasiado ocupadas admirando el de otras. Si, en lugar de intentar imitar esas cualidades, nos centráramos en buscar aquellas propias que nos hacen especiales, quizás no necesitaríamos toda una vida para encontrarnos, para saber quiénes somos realmente; y si en nuestro camino nos parásemos a decir a los demás que es lo que les hace brillar, nos sorprenderíamos encontrándonos unos a otros, como si de un juego se tratase, nos descubriríamos esos pequeños detalles que normalmente pasan desapercibidos para nosotros mismos, pero que lo significan todo para los demás.
Y en este enredado camino que es la vida, haríamos algo más importante, dejar huella; no en la tierra, no de todas las formas superficiales que hay, hablo de dejar huella en las personas, estableciendo lazos invisibles que nos unen a través de kilómetros de distancia; esos que hacen que pienses si esa persona también te está recordando a tí en este instante; esos que te hacen sentir vivo, brillante, especial, diferente e incluso afortunado.
Quizá el sentido de encontrarse a uno mismo no radica en el resultado final, sino en lo que encontramos por el camino; lo que cambiamos sin darnos cuenta, todo aquello y aquellos a los que descubrimos mientras nos buscamos.

Comentarios