Patrones


Tenemos el corazón hecho de remiendos, no es algo malo, sino hermoso; como si cada persona que nos llega al alma pusiera un trocito de su tela, un patrón distinto por cada persona y entre todos cosieran un pedacito de ti. Cuantos más remiendos tienes, más grande se hace tu corazón y más cosas caben dentro; más tristezas, alegrías, amores y recuerdos. Y aunque así parezca, lo bonito no es tener muchos remiendos en el corazón, sino haber dejado tu patrón, tu trocito de tela, en los corazones de otras muchas personas y conseguir que sea tan hermoso que por muy pequeño que sea, lo recuerden con una sonrisa en los labios. Que al mirarlo refleje en sus ojos colores, formas, arte, belleza y sentimientos. La esencia de lo que has sido para ellos.

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